Número 43
38 Introducción E l presente texto surge de una po- nencia presentada en el 2014 en el III Coloquio de Estudios Arqueoló - gicos, Antropológicos e Históricos Sobre la Guerra en Mesoamérica , titulada “Comuni- dad, identidad y el conflicto intertribal du - rante el Formativo en Mesoamérica: Plan- teamientos generales para el estudio de la resistencia en la arqueología”. En dicha ponencia se presentaron algu- nos esbozos teóricos que pretendían mar- car líneas que creemos necesarias para el estudio de los fenómenos de resistencia en la arqueología. Sin embargo, en el proce- so nos dimos cuenta de que teníamos que realizar ciertas reflexiones generales acer - ca del rol que jugaron las comunidades en la consolidación de las sociedades clasistas del llamado Formativo mesoamericano, particularmente durante la reorganización que se desató después del surgimiento de las primeras sociedades clasistas y de su expansión 1 . 1 Las reflexiones que se presentan en el texto sólo preten - den ser guías generales en la formulación de preguntas e hipótesis específicas, no buscan explicar el proceso histórico concreto de toda la región, pues esto no puede realizarse exclusivamente desde los planteamientos teóricos y estaría alejado totalmente de las posibilidades de cualquier esfuerzo humano individual. Israel G. Ozuna García Consideramos que es necesaria esta problematización pues si asumiéramos que la desigualdad social es el resultado “natu- ral” del acceso diferencial a recursos, de la búsqueda de prestigio, de poder político y de beneficios económicos, significaría que asumimos que la naturaleza humana es egoísta (Chomsky y Foucault 2006; Sahlins 2011) y al adoptar esta postura corremos el riesgo de normalizar y legitimar el sistema actual de exclusión, explotación, violencia y guerra (Dussel 1998; Freire 2005). Como alternativa, aquí se reconoce que los fenómenos sociales no se derivan de un sistema genético que pre-determina el com- portamiento humano, que los sistemas so- ciales son finitos y están en transformación por sus propias contradicciones, que las di- námicas de los fenómenos sociales cambian conforme cambia la estructura propia del sistema y que las comunidades son partici- pantes activas en los procesos históricos y no simples receptoras de la voz de las élites. El Formativo, como cronología, en- cierra el periodo en el que se concreta el establecimiento de las sociedades clasistas en Mesoamérica. La conformación de este tipo de sociedades se dio entre el 2000 y el 500 a.d.n.e. (Grove 1981). Esta idea puede Comunidad, identidad y conflicto: Apuntes generales sobre resistencia y reorganización social durante el Formativo en Mesoamérica
RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=