Número 43

36 una retícula rectangular o, como fue el caso, diseñar una combinación rara y ori- ginal para sus estructuras. Pero la razón estructural no fue toda la motivación de los arquitectos. Un análisis minucioso del caso 5, del edificio ubicado al sur del patio de la Acrópolis, nos mues- tra que la calificación y configuración de los espacios internos, la secuencia espacial y la sintaxis de su discurso arquitectónico son el agente principal de la distribución de los elementos soportantes: tanto los muros como las columnas tienen el pro- pósito de distribuir el espacio general y de crear percepciones, recorridos y secuen- cias de espacios que alteran totalmente la lectura del edificio. Artificio ejecutado por medio de cinco pilares de 1.00 m de espe - sor y cuya repartición es como sigue: pilar adosado de 0.80 m; claro de 4.65 m; muro y claro cada uno de 1.62 m; pilar central de 1.20 m; muro y claro de 1.62 m; claro de 4.65 m; y pilar adosado de 0.80 m. Los soportes del eje A son una solución clásica: hay cuatro columnas, ligeramente remetidas, que producen cinco vanos es- trechos, al ser non el número de vanos se enfatiza la centralidad del acceso. Luego está un vano -también axial- flanqueado por dos muros. Pero, en el siguiente eje estructural, el eje C, los arquitectos hacen que la directriz visual tope con una co- lumna y abren cuatro vanos, los dos cen- trales angostos, de sólo 1.62 m de ancho, y los dos laterales amplios, de 4.65 m, casi tres veces más anchos que los centrales [ver: Vanos]. Un artificio compositivo que produce una bifurcación de la percepción, de la jerarquía y del caminar, ya que el vi- sitante ve dos grandes penetraciones late- rales que lo pueden llevar a dos espacios o remates importantes, pares entre sí, como pudieron ser el sitial de dos reyes o el lu- gar de dos imágenes, que el visitante casi no puede ver al cruzar este umbral [ver: Vistas]. Lo insólito de esta distribución está causado porque los claros mayores están a los lados y porque el centro del cuarto, a pesar de los dos vanos de 1.62 m, se muestra como obstruyente. Un manejo magistral de los elementos de la arquitec- tura y de la sintaxis de este arte, que creó un nuevo estilo. Hasta ahora hemos tratado de la dis- posición insólita de los muros y de las co- lumnas de algunos edificios de Xochicalco. Para terminar, veremos un elemento es- tructural que es extraño, no por la disposi- ción que le dieron los arquitectos, sino por el material con el que fue hecho.

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