Número 43
35 Debemos advertir que tampoco se trata de una “tipología” para un definido programa arquitectónico, es decir: una distribución canónica para un uso deter- minado, como un templo o un palacio, ya que nos encontramos con cinco funciona- mientos (tres en la Acrópolis, uno en los aposentos y uno en la aduana); con tres jerarquías sociales diversas; y en tres ubi- caciones diferentes, suponiendo que los casos 1 a 5, los de la Acrópolis, son ubica- ciones arquitectónicas si no semejantes al menos análogas. También el efecto visual de concentra- ción (como cuando las líneas de perspec- tiva de las columnas de un edificio dirigen la vista hacia un altar o a una figura sa - grada central o a la sede de un gobernante o juez) debe ser retirado, ya que en las so- luciones 1 a 5, con disposiciones de 2,2,3; de 4,3,3; y de 4, 2, 5 columnas, la visión del visitante sí remata en la columna cen- tral del primer 3 o 5; pero en los aposen - tos y en la aduana la visión no termina en el recinto sino que continúa hasta el valle que está al sur de Xochicalco o hasta el Cerro del Jumil, respectivamente. Es muy probable que se trate de una vigorosa Voluntad Formal, con la que el arquitecto o los arquitectos de dichas obras, decidieron dar una solución -insó- lita, creativa, única y adecuada a las nece- sidades- a la disposición de las columnas, en los principales recintos de Xochicalco, aquéllos que están en la zona más alta de la ciudad. Configurando un estilo arqui- tectónico propio de Xochicalco , de la época en que los edificios de la zona alta de la ciudad fueron construídos (proba- blemente: 650-750 dC). Para esta afirmación, he revisado, pá - gina por página, la Historia de la Arquitec- tura de Banister Fletcher y los volúmenes de Arquitectura Primitiva y Arquitectura Antigua, de la colección plateada Historia de la Arquitectura Mundial, de Abrams, cuyo editor general fue Pier Luigi Nervi y no he encontrado otra solución arquitec- tónica parecida. En los tiempos actuales, han surgido soluciones estructurales cercanas a las in- sólitas de Xochicalco, como lo pueden ser la Mediateca de Sendai, Japón, de Toyo Ito; y las soluciones “informales”, como él las llama, de Cecil Balmond. Aunque debo se- ñalar que la Mediateca de Sendai tiene ejes continuos que, al menos, son tangentes a los círculos que representan sus trece co- lumnas metálicas. La Voluntad Formal de los arquitectos de Xochicalco es reafirmada por la presen - cia cercana de columnas alineadas en rec- tángulos, como las que tuvo el edificio de acceso a la plaza de la Pirámide de las Es- telas (tres, “muertas y enterradas”), y que está cerca, arriba y al este de la aduana. El proyectista de los siete casos tratados pudo elegir entre una solución con columnas en
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