Número 43

34 intermedio y un pórtico, con vista al Cerro del Jumil, con cuatro columnas centrales y otras cuatro que colindan con el gran cambio de niveles, de unos 19.00 metros de desnivel, pero cuyos ejes no coinciden con el de las columnas centrales. Caso 7.- Aduana en escalera.- Es un edi- ficio de 23.00 x 7.50 metros, cuya función de seguridad era “filtrar” a los visitantes que querían ascender a la Plaza Principal. Está al sur del recinto de acceso a dicha plaza, que contenía al Altar de las Olas. Es un espacio de mucho frente y poco fondo, cuyo techo fue soportado por tres ejes: uno, al norte, con muros laterales y dos columnas; otro, en el centro, con cua- tro columnas; y, otro, al sur, con muretes laterales y cuatro columnas. Aunque los tres números de columnas son pares, sus ejes longitudinales, los paralelos al paso de los visitantes, no están alineados, sino que forman algo como un hexágono, en el cen- tro del edificio. Ahora, debemos preguntarnos: ¿Cuál es el motivo de dichas distribuciones “ra- ras” de las columnas? ¿Por qué las realiza- ron así sus arquitectos? Cuando sólo tenía conciencia de uno de los siete casos, pensé que podría ser una adición posterior que buscara solu- cionar una falla estructural que se hubie- se presentado de improviso. Pero cuando me percaté que hay otro cuarto simétrico y que son siete ejemplos del mismo tipo de estructuración de los edificios, tuve que concluir que era otra su motivación. Es preciso desechar la corrección es- tructural cuando nos encontramos fren- te a cinco soluciones diferentes. Además, en los casos del suroeste de la Acrópolis, la solución técnica constructiva no sólo no fue facilitada sino que se agravó al colocar las dos columnas de la entrada con un claro de casi ocho metros, lo cual exige un elemento grande: un tronco de pino de ocho metros y medio de largo y cuyo diámetro sea setenta centímetros; o una viga prismática de cincuenta por sesenta centímetros. Así mismo, no es un caso de distri- bución propiciatoria de los elementos de un edificio, como las que se obtienen usando el “Vastu Shastra” de la India o el “Feng Shui” chino, ya que en Xochicalco no hay una repetición de las soluciones “mágicas”. Cada una de las cinco solu- ciones, dos de ellas repetidas, tiene una numerología diferente.

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