Número 42

35 se promovió una política de inversiones que diversificara la estructura producti - va del país. Todo se apostó al precio de la soja, a la renta petrolera y minera y, un poco, al sector metal mecánico como actividad complementaria. El gobierno kirchnerista continuó la política de los gobiernos precedentes de mantener tro- pas argentinas en las fuerzas de la ONU en Haití. Tropas que distintos organismos de derechos humanos han denunciado por ayudar a reprimir movimientos de protes- ta y cometer otras arbitrariedades. El an- ti-imperialismo rabioso de los gobiernos kirchneristas solo puede ser sostenido por gente con tendencia a “comprar peleas para los giles” (¡Como diría mi tía Helena que no había leído ni el Patoruzito pero que la chamullaba lunga!). Lo que el se- ñor Obama, en el mejor de los casos, pue- de llegar a reprochar a la ex presidente es no haber sido todo lo pro-norteamericana que le hubiera gustado a los señores de Washington. Coherente con lo anterior, Mr. Obama elogió al actual presidente Macri que, sin duda, refleja de manera más acabada el modelo del perfecto “ma- yordomo de los intereses imperiales” (¡Y que los mediocres de siempre me acusen de utilizar un lenguaje arcaico si quie- ren!). El mensaje es clarísimo. Los ar- gentinos se “portaron bien” eligiendo un gobierno “más sensato y maduro”. ¡Sigan portándose así! ¡Aguanten el ajuste, los recortes y toda la malaria que a la larga la bonanza capitalista se derramara sobre ustedes! ¡Todos, en el mejor estilo de una comedia de enredos yanqui con Happy End ! De mientras, el presidente nortea- mericano anuncio que va a ordenar la li- beración de los archivos que existen en su país y que contienen información so- bre la represión durante la dictadura. No debiera dejar de aprovecharse esa infor- mación. Pero cuanto mejor hubiera sido que lo hubieran librado hace décadas para haber tenido más elementos para juzgar a los genocidas. La pretensión de Obama de visitar la ESMA, nunca se resaltará bastante, es un re-edición de la vieja y re- petida historia del homenaje hipócrita de los victimarios a sus víctimas. De mientras, la Argentina de los ge- rentes de empresa en el poder; de adali- des de la “mano dura”; de francotirado- res “republicanos impolutos”; de “pro- gresistas” que piden “sensatez”; de mo- nigotes mediáticos que llaman a volver a la “normalidad”; de letrados sesudos que piden libertad a los genocidas; de la eterna clase media de mierda que aplau- de los despidos de “ñoquis” y el “fin de los planes”; de los intelectuales “posmo” que cambiaron a Hegel por Osho; y de las divas mediáticas onda “billetera mata galán”; se preparan para darle la bien- venida a Mr. Obama con alfombra roja, Casi como si fuera un remedo de aque- lla mítica película española de Javier Berlanga (un genial e ingenioso firulete contra la censura franquista!) titulada ¡Bienvenido Mr. Marshall! Pero existe otra Argentina. La que so- brevivió a todo. La que todavía se defien - de y debe ser capaz de ir por más. El día 24 de marzo llenemos las calles para rea- firmar nuestro compromiso con la memo - ria, la verdad y la justicia, y por el juicio y castigo a todos los culpables. Nuestro homenaje a todos aquellos que lucharon, y hasta dieron su vida por la construcción de una sociedad igualitaria, sin explota- ción ni opresión de ningún tipo. También nuestro repudio a los elementos locales que detrás de la consigna de “mirar para adelante” quieren consagrar la impunidad y el olvido amén de la miseria y la pre- carización de los derechos de las masas. Repudiemos con el mismo énfasis la im- posición imperial representada por el re- presentante mayor del imperialismo que hoy muestra el guante de seda pero que cuando sea necesario no va a vacilar en volver a desnudar el puño de hierro. ¡NO OLVIDANOS, ¡NO PERDO- NAMOS, NO NOS RECONCILIA- MOS…NI CON LOS VERDUGOS DE ADENTRO NI CON LOS DE AFUERA!

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=