Número 41
22 para de esa forma convertirlo en un pro - ceso de vida para cuasi 7 mil millones de personas, quienes lo retroalimentamos de manera cotidiana bajo el frenesí del con - sumo y de los servicios para que, de esa manera, el sistema continúe operando a la perfección a pesar de la insatisfacción, opresión y despojo que nos ocasiona. En síntesis… el sistema capitalista se afianza de forma hegemónica y homoge - neizadora bajo la denominada política de la globalización, misma que ha encontrado en el extractivismo y el monopolio oligár - quico, una forma de vida que se retroali - menta mediante el dominio, la fuerza y la imposición. No tiene alma, ni territorio, ni espíritu, ni deidades, ni moral, menos aun ética y por ello no le importa que su des - tino concreto sea acabar con la vida. Ese es el sentido actual del Modelo Extractivo. Este es, a su vez, la expresión más relevan - te de la globalización y es altamente “efi - ciente” a los fines para lo cual fue creado. Sin embargo, la lógica de la competi - tividad y el libre mercado no atenúa sus secuelas y daños, por el contrario el libre mercado exacerba al máximo sus compo - nentes haciéndolo depredador de sí mis - mo; por lo tanto, consideramos que ese modelo no cambiará salvo se presenten por lo menos tres condiciones: 1. Que se agoten los bienes naturales “estratégicos” que lo alimentan 2. Que la ciencia y tecnología encuen - tre nuevos recursos que sustituyan a los actuales. 3. Que se genere un estallido social que modifique sustancialmente el mode - lo energético en el cual hoy estamos inmersos. RECURSOS NATURALES O BIENES NATURALES El titulo ya sugiere una discusión de fondo y forma, pero en su apreciación más sim - plista queremos enfocarnos al hecho de que en el actual modelo global, la natura- leza y sus elementos -todos-, han sido con- vertidos en productos financieros, y por lo tanto, con valor mercantil para ser explo - tados bajo la tecnología de mayor avanza - da mundial, tecnología que al mismo tiem- po es la más irracional y destructiva que ha creado el ser humano. El modelo extractivo no mira a los bienes naturales en su conjunto, sino al recurso natural específico, porque ese le proveerá de inmensas ganancias y cuando ese recurso haya sido agotado, la ciencia y “desarrollo” habrán encontrado un nuevo componente que pueda suplirlo y con ello continuar con su frenesí extractivo o peor aún, como ya sucede hoy en día, crear vida de laboratorio, sintética o manipulada ge - néticamente que contribuya a la construc - ción de monopolios, a la vez que otorgue un mayor control económico global. Agua, minerales, gas esquisto o gas de lutitas, viento, biodiversidad, semillas y petróleo son los grades componentes que el modelo extractivo requiere para conti - nuar con la dominación de los capitales sobre las naciones. Sin embargo, lamen - tablemente no sólo se trata de los bienes como elemento/insumo, sino del modo y la forma tan destructiva como son extraídos, generando millones de toneladas de tóxi - cos que se vuelen montañas inmensas de pasivos ambientales, los que por supues- to no están contabilizados en la fórmula financiera de los corporativos, porque si así fuera, literalmente el modelo extractivo actual sería incosteable económicamente. Un ejemplo cercano sobre ello sirve para mostrar lo anterior: “La empresa Goldcorp en Carrizalillo, Guerrero, a través de la técnica de extracción a cielo abierto, obtiene, 28 kilogramos de oro al día, pero por cada tonelada de piedras y tierra SOLAMENTE extrae MEDIO GRAMO DE ORO,el resto se convierte en “desechos y desperdicios” llenos de metales tóxicos y otros contaminantes, los cuales afectar á n el am- biente por lo menos durante 500 años. Para sacar sus 28 kilos de oro diarios empresa tam- bién utiliza 250 MILLONES de litros de agua y le agrega, igual cada día, 18 TONELADAS de cianuro de sodio. En contrasentido, ya se avizora que la propuesta de la nueva ley de aguas en México garantice no más de 50 litros
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