Número 41

18 milias e individuos campesinos de una mis- ma comunidad, mientras que su siembra, percibida como mero procedimiento técnico a innovar desde una perspectiva externa, la desagrega y descontextualiza, contribuyen- do a alterar para siempre procesos ancestra- les vinculados a ese referente Los rasgos identitarios, herramientas, fechas, ritos, procesos de organización individuales, familiares y colectivos, tipos de semillas, conocimientos ancestrales y climáticos, así como conocimientos nue - vos, además de la forma en que se transfie - ren entre generaciones, son una pequeña muestra de que, bajo las mismas circuns - tancias del usufructo del territorio en su sentido amplio, es decir, considerando to- dos los componentes que lo integran, es como se construye la identidad de los su- jetos individuales, pero sobre todo la iden - tidad como colectivos desde lo familiar y hasta el pueblo mismo. Una amenaza al sujeto o sobre uno o varios elementos na - turales del territorio, necesariamente cam- biará la construcción identitaria del sujeto. Caso Carrizalillo: Ahí opera la em- presa Goldcorp. En solamente dos años de operación de la empresa, el 100% de los campesinos dejaron de serlo y el 50% de ellos pasaron de ser dueños de su tierra, a ser trabajadores proletariados y em- pleados de una actividad nueva y por lo tanto, desconocida. Su satis- facción de ser pueblo cedió ante la satisfacción de tener dinero. Actualmente en Carri- zalillo, tanto el territorio como los sujetos de- jaron de conformar el pueblo que eran: la mitad han sido despojados y desplazados y ahora su población ha tenido que dispersarse por varias entidades del país. En contrasentido … ¿qué pasa cuando a través de la resistencia de las y los sujetos, se organizan acciones para la defensa del te- rritorio ante las amenazas que los ocupan? El sujeto y su colectivo refuerzan y fortale - cen sus lazos identitarios, depuran su sen- tido de pertenencia y con ello se adhieren aun más a sus bienes colectivos concentra - dos al interior del territorio, ese territorio que definen y delimitan geopolíticamente o que delimitan con o sin linderos, pero que recrean en su cotidianeidad terrenal, espiritual y celestial y que, en conjunto, otros conocen como cosmovisión. Derivado de lo anterior partimos de una premisa: No hay sujetos colectivos sin territorio. En otras palabras, sin territorio é l/los sujetos son incapaces de recrear la to- talidad de los elementos que permiten cons- truir un proceso identitario sólido y capaz de articularse a otro y con otros en solidari- dad; por lo tanto, se ven forzados a romper su propia naturaleza de lo comunitario que responde al sujeto social colectivo, y en con- secuencia, aflora el individualismo y el suje - to se vuelve incapaz para ejercer sus propios procesos relacionados a la libre determina- ción y de auto-adscripción, a la vez que le cuesta mucho más su construc- ción espiritual; por lo tanto, es más fácil que

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