Número 40
37 Desde el punto de vista teórico, el trabajo de Carmen Rea es valioso por - que hace una lectura crítica de fuentes clásicas y contemporáneas producidas en distintos contextos nacionales y cul- turales, y, sobre todo, logra un análisis de caso que enriquece la perspectiva de la investigación del racismo de las cla - ses medias en América Latina. Destaca su imaginación sociológica y su pers - pectiva histórica social, así como su fundamento empírico, que otorgan una profundidad al fenómeno, sin la cual no es posible comprender su raíz colonial, sus continuidades y rupturas, así como el carácter estructural de la permanen - cia del racismo y el uso de herramientas de investigación ad hoc que demuestra el potencial que posee la combinación de técnicas cuantitativas y cualitativas en la investigación. Subrayo la estrategia metodológica seguida para ir más allá de la coyuntura política, esto es, del racismo que se des- pliega con la llegada a la presidencia de Evo Morales, un presidente Aymara, que se produce en otras regiones de Bolivia. El trabajo incursiona profundo en los mecanismos con los que opera el racis- mo en el espacio de la vida cotidiana. El racismo no puede seguir siendo negado en nuestras sociedades. Efectivamente, éste fenómeno afecta a la sociedad en su conjunto y particularmente a los pueblos indígenas y afrodescendientes. Una so- ciedad racista y sexista no es nunca una sociedad libre de violencia. El racismo es en sí, una forma de violencia, que requiere construir la amenaza del Otro para justificar su acción, pues como ha argumentado Devalle, “la violencia tiene significado sólo si tiene un objeto”, y son “los valores de la inferioridad/ superio - ridad” los que “proveen” el objeto de la violencia, desde luego, en condiciones históricas específicas. De donde se des - prende que el racismo construye objetos de violencia y se justifica a partir de un proceso de diferenciación y de paulatina deshumanización del Otro, que atraviesa por distintas fases hasta que en determi- nadas circunstancias se produce la nega- ción absoluta de sus cualidades humanas y legitima su aniquilamiento. La escritura del trabajo entreteje con gran rigor teórico-metodológico y em - pírico las categorías de análisis con los discursos de los protagonistas y conduce al lector a una realidad de tensiones y des- encuentros entre bolivianos no indígenas e indígenas, con un alto nivel de violencia simbólica, así como a la comprensión de los procesos de orden social, económico, político y cultural que se encuentran en el origen del racismo y de las mentalida- des de los sujetos racistas y racializados. La obra trasciende el tiempo y el con- texto en que se realiza la investigación, la ciudad de Oruro, Bolivia, en el nuevo milenio. Inicia exponiendo en el capítulo I, la constitución del sujeto y el orden so - cial heredado. En el capítulo II, el debate contemporáneo sobre el imaginario na - cional que se basa en la pregunta: ¿Más indígenas que mestizos o más mestizos que indígenas? En el capítulo III y IV, se exponen los procesos de racialización. El capítulo V trata la pérdida del monopolio de los espacios de reproducción de clase, y, por último, el capítulo VI aborda los cambios estructurales y la emergencia de una nueva pequeña burguesía indígena. El debate teórico que presenta Car - men Rea en su introducción sintetiza y esclarece la naturaleza del racismo en el caso de Bolivia y, por ende, en la región latinoamericana, esto desde la perspecti- va de Foucault y de trabajos como los de Segato, haciendo una lectura propia del fenómeno boliviano. Así, deja planteado que el racismo es un fenómeno condicio - nado histórica y socialmente, relacionado con la dominación económica y política, y, por tanto, precisa la autora, no hay un continuum entre colonia y formación de la nación. Esto no niega la raíz colonial, pero supone que se caracteriza por con- tinuidades y rupturas, en el sentido de que se transforma en su lógica y formas de expresión, según tiempo y espacio.
RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=