Número 38
6 Introducción A partir de la ruptura del modelo económico de bienestar en Mé- xico, los cambios y las modifi - caciones que ha realizado el Estado a las políticas públicas han sido muchos, en la línea argumentativa de dar continuidad al desarrollo económico del país, encami- nándolo con rumbo a la privatización, bajo un orden capitalista subsumido al modelo neoliberal; las reestructuraciones consti- tucionales, legales, normativas y políticas, han gestado acciones para incorporar al mercado recursos naturales y territorios de uso común; concretando procesos de despojo de bienes mayoritariamente en comunidades rurales e indígenas. Este texto refiere la implementación de la actividad turística en México, caracteri- zando el contexto bajo el cual se propone como alternativa de desarrollo; posterior- mente, se enuncian algunos enfoques disci- plinarios que han abordado las problemáti- cas que esta actividad conlleva; en seguida, se plantean los puntos propuestos a discu- sión; primero: la adecuación de la estrategia en torno al discurso político y económico del momento, sin que ésta implique cam- bios necesarios con base en las demandas sociales. Segundo: la producción social del espacio bajo esquemas de contradicción con el capitalismo que lleva implícito el de- sarrollo turístico. Tercero: la configuración Alternativas al sector turístico : desarrollo local y procesos de autonomía Miriam Aidé Valladares Martínez Universidad Autónoma del Estado de México de sujetos autonómicos como construcción social de territorios alternos al capital, vis- lumbrando a los mismos como formas de emancipación y libertad, elemento indis- pensable para garantizar un verdadero de- sarrollo local y/o endógeno. . Antecedentes de Turismo en México Desde sus inicios en los años 60s, la Orga- nización Mundial del Turismo (OMT) plan- tea para los entonces llamados países sub- desarrollados, tomar al turismo como una opción de desarrollo, enunciando entre sus supuestos beneficios: la baja inversión de capital por la captación de inversión ex- tranjera, la explotación de los recursos na- turales y culturales como principal atrac- tivo, la generación de empleos y, aunado a ello, la oportunidad de un acercamiento con los países desarrollados, a fin de ob - tener de ellos conocimientos y estrategias para finalmente lograr asemejarse a estos. Finalmente, al Estado mexicano parece haberle convencido la estrategia planteada por la OMT, ya que pese a la forma en que esta ha ido modificándose y permeando en programas sectoriales, políticas publicas, o incluso, instaurándose en la creación de organismos gubernamentales, a lo largo de los años, la estrategia de desarrollo turís- tico, ha priorizado históricamente la tras- formación de zonas rurales, con el fin de potencializarlas turísticamente.
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