Número 38

26 Asimismo pueden portar algunos ele- mentos accesorios culturalmente asocia- dos con el significado de cautividad, tales como las cuerdas y telas anudadas, yugos, abanicos que apuntan al suelo, estandartes o lienzos “matados” y perforadores. Los ca- sos excepcionales los constituyen los per- sonajes sobresalientes de las élites, mismos que no necesariamente fueron despojados de sus joyas, tocados ni ropajes. En cuanto a la actitud , la mayoría de los cautivos son mostrados arrodilladlos, aun- que también los hay sentados, postrados, contorsionados y de cabeza. Pueden llevar los brazos atados, detrás de la espalda, cru- zados o llevarse alguna mano a la boca. En los casos en los que el gobernante acompa- ña al cautivo, éste puede estar mirándolo o estar siendo sujeto por el primero, puede tocarlo a él o algún elemento de su atavío e, incluso, besar su escudo. Ocasionalmen- te, pueden presentar otros elementos, tales Figura 8. Dintel 45 de Yaxchilán. Tomada de Mathews (1997: 143). como líneas o puntos indicativos de san- grado, ojales o círculos que indican su cali- dad de “matado”. No es este el espacio para abundar en torno al significado de estos elementos ais - lados ni los conjuntos de significados que la combinatoria de éstos genera. Por ahora, basta señalar que en las esculturas existe una distinción fuertemente marcada entre los cautivos y los captores; los primeros se muestran empequeñecidos (sentados, acostados, arrodillados) y, en algunos ca- sos, en una escala reducida, débiles y em- pobrecidos al haber sido despojados de sus joyas y atavíos lujosos, así como humi- llados y despreciados. Además presentan diversas asociaciones con la muerte, como los ojales en telas, las marcas de sangrado y el estar de cabeza o contorsionado. Por su parte, los gobernantes en su papel de captores son mostrados de pie y con una rica indumentaria, erguidos, altos, fuertes

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=