Número 38

23 captores para, a través de ellas, aumentar el estatus de quien se unía con ellas, fa- vorecer la creación de alianzas políticas y subordinar a las élites de las que fueron raptadas 2 (Grube 2011). Las esculturas de cautivos La escena más frecuentemente represen- tada en la escultura maya es la exhibición de cautivos, especialmente en los sitios pertenecientes a la cuenca del Usuma- cinta. En ellas la forma de sacrificio más comúnmente plasmada es la ejecución 2 Recientes estudios de la Dra. María Eugenia Gutiérrez Gon- zález, investigadora del Centro de Estudios Interdisciplinarios de las Culturas Mesoamericanas, están brindando nueva in- formación respecto al papel que desempeñaron las mujeres mayas en la guerra, como guerreras propiamente, no sólo como cautivas. A este respecto, cabe hacer mención del Mo- numento 99 de Toniná, donde se encuentra representada una mujer cautiva y que presenta atributos característicos de los guerreros cautivos (hombres). por decapitación (Baudez 2000). En estas esculturas donde están presentes los cau- tivos, sus figuras aparecen siempre en lu - gares visibles, como escalones, tronos o a los pies de un miembro de la élite (Schele y Miller 1986). En términos iconográficos, las figuras de cautivos son relativamente fáciles de reconocer, pues son mostradas con mar- cas de humillación . Estas representaciones resultan de una serie de combinaciones de atributos, en donde ninguno de ellos es indispensable, pero las distintas com- binaciones de elementos dan lugar a una multiplicidad de cautivos (Baudez y Ma- thews 1978). Se distinguen por dos conjuntos de atributos: la indumentaria y la actitud . Es importante que aclaremos que estos con- Figura 5. Monumento 99 de Toniná. Tomada de Baudez y Mathews (1978: 34).

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