Número 35
33 para controlar desde adentro a los pueblos, los polos de desarrollo o aldeas estratégi- cas, los bombardeos con napalm y otras bombas incendiarias y desfoliadoras. Estas políticas de exterminio se siguieron tam - bién en el Perú, con el pretexto de la lucha contra Sendero Luminoso, y en algunos lu- gares de la selva amazónica del Brasil, en los que se pretende expulsar a las poblacio- nes indígenas con objeto de apoderarse de sus tierras y recursos naturales. Los complejos étnicos No ha sido el indigenismo el único tema de debate en la antropología mexicana. Tam - bién se ha discutido sobre la naturaleza de los propios complejos étnicos, sosteniendo que éstos constituyen entidades sometidas al proceso histórico y cuyas bases socio- culturales, condiciones de reproducción y formas de vinculación política, continua - mente se modifican; de aquí la posibilidad de los pueblos indios de transformarse sin renunciar a su identidad contrastante. Es más, en la mayoría de los casos, las etnias no son producto de una continuidad mile- naria, si no de las múltiples adaptaciones y refuncionalizaciones a la cambiante reali- dad colonial y nacional. En esta dirección, el Etnomarxismo sostiene que por ser entidades históricas, los sistemas étnicos son al mismo tiempo fenómenos siempre contemporáneos; aún el pasado hay que verlo en función del pre- sente y el futuro. Las etnias existen firme - mente relacionadas con la estructura so- cioeconómica y política en que se insertan. De aquí que las entidades étnicas no sean “armónicas” o “equilibradas”, o esencias que transitan por los procesos históricos incólumes, sino que se encuentran incidi- das por su integración en la matriz clasis- ta, no son independientes de la misma. Por ello, la necesidad metodológica de ver a las etnias en sus contextos históricos y en sus contradicciones. Fue en esta dirección que se da la con- frontación con las corrientes etnicistas o etnopopulistas , según un término introdu- cido por Javier Guerrero, y, en particular con Guillermo Bonfil (1935 – 1991) y su “México profundo”, ya que para el Etno - marxismo, los indígenas no enfrentan un mundo genérico “occidental” o al “imagi- nario” de Anderson, sino a clases socia- les específicas y sus representantes en el aparato de Estado. A partir de la matriz clasista, el problema indígena constituye un fenómeno sociopolítico que no puede reducirse a lo cultural. Por su carácter so- ciopolítico, las etnias subordinadas se vin - culan con otros sectores explotados de la sociedad, aunque sus reivindicaciones po- líticas conserven su especificidad. Así, la cuestión étnica deviene en par - te constitutiva de la cuestión nacional y, en consecuencia, las etnias o pueblos indíge - nas resisten a un sistema hegemónico que debe ser confrontado con un proyecto con- tra hegemónico alternativo . La solución de la problemática étnica requiere de la acción de los indígenas como sujetos históricos. El EZLN, con su proyecto de autonomías que se consolida con las Juntas de Buen Gobierno, cierra el ciclo de la dependencia y el paternalismo y, con ello, cancela toda relación de clientelismo y corporativismo que practicó el Estado mexicano, con la de - bida asesoría antropológica. Es la rebelión zapatista la que empieza a desestructurar estas ideologías y pers - pectivas teóricas, que sitúan a los pueblos indios fuera del acontecer histórico, como rémoras del pasado que niegan su poten- cial político en procesos democratizadores y de transformación social, todavía ancla - das en prácticas sociales discriminatorias y con formas discursivas estigmatizantes. Rodolfo Stavenhagen establece un paralelo entre las perspectivas neolibera- les y las del marxismo ortodoxo sobre la cuestión indígena en América Latina, que a pesar de originarse en distintas tradicio- nes intelectuales y en diferentes análisis e interpretaciones de la dinámica social y económica, en ambos casos, los pueblos in- dios son observados como obstáculos para el desarrollo y destinados a desaparecer por la vía de la aculturación o la moder - nización, y añadiríamos, también por el
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