Número 35

13 El pensador cubano nos aclara que la fiesta simboliza un modo cultural de mar - car el tiempo a lo largo de la historia de los pueblos, sostenido gracias a la energía de los sentimientos y creencias populares. El ideal sin el sentimiento fuerza no es nada, parece decirnos Martí, distanciándose de la formal matriz positivista y racionalista de su tiempo. La emocionalidad festiva no degrada el ideal en este tiempo ya seculari- zado; por el contrario, afirma desde su base popular su valor histórico y cultural. Car- guemos de emocionalidad positiva y soli- daria los días venideros, considerando que buenas ideas ya hemos echado al viento en demasía, muchas veces sin rumbo certero. 4. José Carlos Mariátegui y la Navidad La navidad -qué duda cabe- conserva fuerte arraigo en las tradiciones cultura- les de América Latina. Como antropólogo no termino de sorprenderme de los mo- dos populares de celebrarla. La evangeli- zación franciscana popularizó los “naci- mientos” a partir del siglo XVI, mientras que el árbol de navidad, el símbolo más profano que la acompaña, llegó tardía - mente y se expandió durante la segunda mitad del siglo XX. Mi filiación agnóstica no me inhibe de participar de su celebra- ción. Sucede que tengo gran aprecio por el ritual de la cena familiar de “noche bue- na” por su sentido comunitario. Me sumo con entusiasmo a su despliegue de afec- tos e intercambio de simbólicos dones o regalos, el cual se reedita en los espacios familiares de mi entorno vecinal o citadi- no. Tengo el hábito de mandar o recibir saludos navideños. Para todos ustedes van mis saludos de- cembrinos y a modo de regalo les ofrezco la lectura de «Divagaciones de Navidad» es - crito en la ciudad de Lima a fines del año de 1923 por José Carlos Mariátegui. Nuestro insigne ensayista propone entre otras co- sas su valor y una aguda distinción cultural entre su celebración europea y latinoame- ricana: http://www.marxists.org/espanol/ mariateg/oc/la_novela_y_la_vida/paginas/ divagaciones%20de%20navidad.htm 5. Juvenilismo y movimientos juveni - les emergentes La juventud, muchas veces tiene la ra- zón, algunas veces no. Cuando la razón la asiste suele probar hasta qué punto sus mayores son insensibles o incapaces de seguir el espíritu de la modernidad: el cambio social, y hasta qué punto, los vie-

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