Número 35
10 incidiendo en la interpretación del proceso histórico-cultural continental así como de su problemática contemporánea, a pesar de sus debilidades cognitivas. Rectificar y am - pliar el horizonte conceptual funda y nutre al pensamiento alternativo latinoamericano. Gracias a lo anterior, lo particular y lo gene- ral signan esta enunciación disidente y pro- positiva que a contracorriente va afirmando sus fueros y escenarios de diálogo y debate. El pensamiento alternativo recupera las valiosas contribuciones que en diversos momentos de la historia del pensamiento latinoamericano brindasen figuras señeras como Simón Rodríguez, José Martí, José Carlos Mariátegui, José María Arguedas, Arturo Roig, por solo citar a algunos. En el legado de estos pensadores, se ubican las fuentes primarias del pensamiento alter- nativo latinoamericano. 2. Yo no soy Charlie, no puedo serlo, no debo serlo El proceso de secularización cobró nuevos bríos en el siglo XX y abrió la posibilidad de que el arte y la literatura desde diversas perspectivas estéticas se apropiasen de te- mas sagrados y por añadidura, recreasen las añejas imágenes del mal desvinculán- dolas de los tabús y estigmas religiosos. En esa dirección el comic y la historieta se beneficiaron de la brecha emancipadora y secular que inauguraron la literatura y el arte, convergiendo con las más atrevi- das apuestas filosóficas, psicoanalíticas y sociológicas. Formulo esta reflexión sen - sibilizado por la conmoción mediática que ha sacudido las conciencias en muchos lugares del mundo tras el cruento e injus- tificable atentado al semanario satírico parisino Charlie Hebdo , a partir de cual se han multiplicado las condenas pero tam- bién peligrosas simplificaciones, odios y estigmas antimusulmanes. A la violencia terrorista le ha salido al paso una violen- cia simbólica mediática que no comparto y rechazo por respeto a la interculturali- dad que atraviesa y significa a este univer - so globalizado y urbanocéntrico.
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