Número 31
11 «Así la historia de los grandes hombres comenzó a compartir sus espacios con la historia de los seres anónimos y de los antihéroes, anteriormente excluidos de la histo- riografía tradicional» Graciela de Garay. «El pasado nunca cambia, pero la forma en que lo entendemos cambia constantemente.» Museo Nacional del Indio Americano. El segundo campo aglutina a los epígra- fes que prefiguran historiográficamente el modo particular de abordar el análisis del periodo alemanista: «Hay un enorme tarea de reconstrucción por delante, que desde mi punto de vista, está asociado con los problemas de no atreverse a decir la verdad, heredados de los años 50». Alejandra Moreno Toscano El tercer campo nos remite a la palabra del general Múgica. Se han aglutinado sus pensamientos, independientemente del lu- gar que Gregorio les asignase en los capí- tulos de la obra: - «Ninguna idea revolucionaria puede vivir dentro de la idea capitalista; quienes piensan que el progreso material es revolución están falseando todo; los que sueñan con compaginar la prosperidad material con el viejo ideal están soñando cómplices de esa falacia». - «Tú que has sido desde tu moce- dad un socialista convencido, te pliegas al anodinismo de un parti- do liberal de circunstancias en cuya convocatoria se halla claramente no trata ninguna tendencia socialista y socializante, dando así un espectá- culo por años». - «¡Y todavía quieren prolongarse en el poder! ¡Con qué estímulo, con qué vergüenza, con qué dignidad pueden señalarnos un personaje que continúe el régimen establecido – régimen de ignominia, régimen de tiranía, régimen que ha salido de todas las normas, aún de las más simples – para perseverar en el po- der. El Poder solo lo pueden tener hombres dignos: al pueblo solo lo pueden gobernar los hombres sanos y honestos[!]» - «Nos hemos reunido en este recinto para hacer patente nuestro descontento con el régimen actual, que no es otra cosa que un régimen de imposición y que dentro de poco se convertirá en una dictadura peor que la de Porfirio Díaz…¿Es esto para lo que se hizo la Revolución y para lo que luchamos los hombres que somos fervientes defensores de ella y que vivimos en ese camino de la contra Revolución? Con tristeza, con coraje vemos el entusiasmo de los gobiernos por destruir la gran obra de la Revolución». - «Ochenta y tres reformas se han hecho a la Constitución vigente para lograr y crear el clima esbozado y subvertir impunemente el sistema gubernamental convirtiendo el poder en instrumento de medro personal y medio eficaz para mantener un sistema opresivo en contra de la Nación. Consecuencia de ese hecho es la concentración del mando en las manos de una oligarquía fuertemente unida por espurios intereses…» El cuarto campo es elocuente con res- pecto del poder del Estado, el intelectual crítico y la dialéctica del combate, entre los saldos de la victoria y la derrota: -«En la hora actual, estamos cada vez más en presencia de un Estado totalitario, castocrático, absoluto, embriagado de su poder, para el cual el hombre no cuenta.» Víctor Serge, 1933.
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