Número 29
8 vidad principal es la agrícola –generadora de grandes cantidades de isopreno– pues al mezclarse este compuesto orgánico volátil con el bióxido de nitrógeno producto en la quema del gas natural, se causa una enor- me contaminación con ozono que merma severamente las cosechas y aumenta con- siderablemente la mortalidad 15 . Ante esta abrumadora evidencia cien- tífica, cabe preguntarse si en lugares donde abunda la radiación solar, como el estado de Morelos ¿es necesaria la insta - lación de plantas que quemen gas natu- ral para generar electricidad? ¿A quién beneficiarán? ¿Debemos permitir para colmo de la insensatez, que contrario a sus funciones, el Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales defienda y promueva públicamente la aplicación de la fracturación hidráulica en México, el quinto 16 país con mayor abundancia de gas natural de esquisto? Resulta así totalmente inaceptable e innecesaria, y por lo tanto intolerable, la instalación de una planta generadora de electricidad mediante la quema de gas natural en un sitio como Huexca, donde – 15 ¿Visión “nueva” o visión correcta y a largo plazo?:Huexca y los riesgos ocultos de las plantas termoeléctricas. Antonio Sarmiento Galán. En el Volcán, Núm. 20. Abril de 2013, pags. 6-10. http://enelvolcan.com/abr2013/241-ivision-nueva-o-vi- sion-correcta-y-a-largo-plazo-huexca-y-los-riesgos-ocultos-de- las-plantas-termoelectricas 16 “Technically Recoverable Shale Oil and Shale Gas Resour- ces: An Assessment of 137 Shale Formations in 41 Countries Outside the United States”. Analysis and projections. United States Energy Information Administration. 13 June 2013. http://www.eia.gov/analysis/studies/worldshalegas/ como acabamos de ver– se puede afirmar que se tratará de un perjuicio planeado –que siendo previsible, puede evitarse– máxime cuando se sabe que la capaci- dad instalada de la Comisión Federal de Electricidad sobrepasa actualmente, y por mucho, a la demanda. Existe además otro riesgo adicional, no considerado en la pla- neación del gasoducto que alimentará a la planta propuesta en Huexca y que consis- te en la conocidísima e irresoluta ordeña de los ductos que transportan combusti- bles en el país. Si no se ha logrado dete- ner el asalto a los ductos que transportan gasolina –mucho más redituable y comer- cializable que el gas natural– ¿cómo se puede creer que lo evitarán en el caso de los gasoductos? Tampoco resulta tolerable que se lan- cen loas a la fracturación hidráulica y menos por parte de quien ocupa el cargo desde donde se debería dirigir la más fé- rrea defensa del ambiente en México. La evidencia de daños inconmensurables e irreparables en varios de los estados de nuestros vecinos inmediatos al norte, es más que suficiente para que, desde aho - ra, se finquen cargos criminales a quie - nes están permitiendo la destrucción del país y de su población. De no hacerlo, se- guiremos permitiendo que los cargos de decisión sean ocupados por ignorantes al servicio de las grandes corporaciones transnacionales.
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