Número 28

26 intelectuales criollos capitalinos. 10 Labor , siguiendo camino análogo y más difícil, debería avanzar en tejer otra representa- tividad popular, otra orientación en la an - quilosada cultura política nacional. En perspectiva, darle curso al Ayllu en el lenguaje y proyecto editorial fue la previsible vía de su nativización política. 10 Véase de Melgar: «Amauta 1926: política cultural y redes artísticas e intelectuales»; «Mariátegui y la revista Amauta en 1927: redes, acci- dentes y deslindes». Efectivamente, en el número de Labor co- rrespondiente al mes de agosto de 1929, salió por vez primera dicha sección, cu - briendo tres de sus ocho páginas. La plu - ma de Mariátegui fundamentó su papel, dato revelador en el momento de remo- delación del diseño del Quincenario con la mira a conquistar un público campesi- no: había que ensanchar el nosotros del frente sin renunciar a su diferencialidad. Arriesgó a darle voz a las demandas y

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