Número 24
45 se encuentran en la mira Siria e Irán, en medio de la complicidad de las Naciones Unidas, cuyo Consejo de Seguridad se encuentra virtualmente secuestrado por Estados Unidos, Inglaterra y Francia. El brazo militar transnacionalizado de EEUU se llama OTAN que, a partir de su nue- vo concepto estratégico, ha convertido al planeta en el teatro global de sus operaciones de dominación. América Latina también se encuentra amenazada conla petición de Colom- bia de incorporarse como socio cooperante de la OTAN. Otra manifestación de la contraofensiva mundial del imperialismo es la violación de los convenios y tratados internacionales que surgieron después de la II Guerra Mundial. Desde la invasión a Irak, EEUU y sus socios europeos en la OTAN han dejado más que claro que por encima del orden internacional están sus intereses geopolíticos para apode- rarse de los recursos naturales que hay en el mundo. Una de las últimas violaciones de ese orden internacional es el secuestro del Presiden- te Evo Morales, el 2 de julio pasado, cuando cuatro países europeos le negaron el derecho a repostaje y uso de espacio aéreo, atentando contra su vida. Es evidente que hay un antes y un después desde el 2 de julio de 2013. Tampoco es casualidad que el único país que le permitió el aterrizaje fuese Austria, país que no es miembro de la OTAN. La contraofensiva mundial del capitalismo se expresa en América Latina con la aper- tura de más bases militares en nuestro continente; la puesta en marcha del Plan Colom- bia, la Iniciativa Mérida, la Iniciativa Andina y la Iniciativa del Caribe; los fracasados y derrotados golpes de Estado contra Chávez en Venezuela (2002), Morales en Bolivia (2008) y Rafael Correa en Ecuador (2010); el golpe militar contra Manuel Zelaya en Honduras (2009), y la activación de la IV Flota (para controlar el océano y tener posibilidades de rápido despliegue). Una vez derrotada el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en la Cumbre de Mar del Plata de 2005, el imperialismo se ha rearmado en el escenario político y económi- co impulsando la Alianza del Pacifico, un bloque de países defensores del libre comercio que pretende contrarrestar política, económica e ideológicamente los procesos de inte- gración en la región, apuntando especialmente a reconfigurar los equilibrios geopolíticos y hacer un contrapeso a la creciente influencia del ALBA que sí apuesta por fortalecer la UNASUR y la CELAC.Es decir, la Alianza del Pacifico supone un intento por reeditar el modelo neocolonial del ALCA. El imperialismo y el colonialismo vienen empleado los medios de comunicación como los instrumentos más apropiados para crear desequilibrios en nuestros pueblos y deterio- rar el apoyo social a nuestros gobiernos progresistas; también se vienen desarrollando so-
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