Número 23
10 de una revisión crítica necesaria que aún debe pasar por la deconstrucción de los mismos discursos nacio - nalistas; por ello es necesario mantener la defensa contra la destrucción de esos vestigios que seguirán siendo fuente de análisis, estudio y reflexión de los pasados, presentes y futuros. No sólo no permitamos pues la destrucción de Xochicalco, sino la afectación irreversible de innume - rables vestigios arqueológicos e históricos en todo el país, inherente en el problema actual de las nu - merosas y crecientes concesiones de minería a tajo abierto por “metales preciosos”, propiciadas por el servilismo de legisladores y funcionarios y otorgadas por la Secretaría de Economía. Resulta fundamen - tal que las nuevas generaciones sigan explorando y estudiando los monumentos arqueológicos para al - gún día tener una visión más cabal de esos mundos precoloniales que se movía sólo bajo los ritmos y cir - cunstancias que ellos mismos se imponían. Así pues, bajo estas consideraciones presenta - mos a continuación uno de los primeros textos rei - vindicativos de los pasados precoloniales; DESCRIPCIÓN DE XOCHICALCO 1 JOSÉ ANTONIO ALZATE RAMÍREZ (1739-1799) ADVERTENCIA Cuando en el año de 1777 registré a Xochicalco, se 1 Avisos de publicación en: Gazeta de literatura de México , por Joseph Antonio Alzate Ramírez, socio correspondiente de la Real Academia de las Ciencias de París, del Real Jar- dín Botánico de Madrid y de la Sociedad Bascongada. Tomo Primero, con licencia en México: por Don Felipe de Zúñiga y Ontiveros, calle del Espíritu Santo, año de 1791. Tomo II, Núm. 13.- 22 de febrero de 1791.- Noticia que se ocupará de Xochicalco y algunas reflexiones sobre el uso de la palanca entre los indios…, Núm. 26.- 30 de agosto de 1791.- Noti- cia sobre próxima aparición de la Memoria de Xochicalco.; Núm. 32.- 19 de diciembre de 1791.- Advertencia relativa al suplemento de la Gazeta de Literatura, sobre Xochicalco, publicada antes de ésta. Descripción de las antigüedades de Xochicalco , México, Zúñiga y Ontiveros, 1791. me excitó al punto el deseo de escribir la presente memoria. El difunto Dr. Gamarra 2 formó un compen - dio que remitió a Italia, que acaso se habrá impreso. En el año de 1784 llegó a Nueva España la historia antigua de México, que escribió en Bolonia el abate Clavijero, y que se imprimió el Cecena en 1780; en ella se registran varias expresiones, comparaciones y ejemplares uniformes a las de que hago uso en esta descripción. Ni el abate Clavijero se valió de mi débil ensayo, ni yo tuve original que copiar; nos expresa - mos con identidad, lo que no es de extrañar, pues tratando del mismo asunto con sinceridad y con el auxilio de la crítica, era preciso vertiésemos las mis - mas ideas. El carácter de la verdad se manifiesta a quien procura que en sus escritos no reine la mali - cia, la ignorancia o la preocupación. Este débil ensa - yo corrobora lo que el sabio Clavijero establece en muchos lugares de su obra, y satisface en algo a sus vivos deseos sobre que se registren y describan las antigüedades mexicanas. Las notas que últimamente he añadido me han parecido necesarias, ya para des - cubrir mí sincero modo de pensar, o para aclarar más el sentido del texto. INTRODUCCIÓN 1. Los monumentos de arquitectura de las nacio - nes antiguas, que permanecen a pesar de las injurias del tiempo, sirven de grande recurso para conocer el carácter de los que fabricaron, siempre que hay falta de autores coetáneos, como también para suplir a la omisión o mala fe de los historiadores. Un edificio manifiesta el carácter y cultura de las gentes: porque es cierto que la civilización o barbarie se manifiestan por el progreso que las naciones hacen en las cien - cias y artes. Los árabes cuando fueron sabios, dispu - sieron fábricas que aun en el día se admiran; pero al punto que cayeron en la ignorancia no fabricaron sino despreciables chozas. 2. Las pirámides de Egipto nos enseñan que sus habitantes sabían fabricar sólidamente como tam - 2 Juan Benito Díaz de Gamarra y Dávalos (1745-1783)
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