Número 22

37 y dibujos de soldados franceses invasores y también fue campamento de los ejércitos de la Revolución de 1910. Esta caracterización le valió que en 1985 Te - poztlán fuera declarado “Patrimonio Cultural de la Humanidad” por la UNESCO. Toda esta unidad entre la naturaleza y lo huma - no ha estado presente desde los primeros cazadores que quedaron impresionados con estos paisajes y desde entonces el hombre no ha dejado de estar in - fluenciado por la naturaleza lo vemos en José María Velasco en el siglo XIX, Diego Rivera, Dr. Atl, Nicolás Moreno, Jorge Cázares y Arturo Guerrero, sólo por mencionar algunos de los pintores; sin negar algunos murales de propaganda de “No a la ampliación de la autopista” y el caricaturista Rius. Esta unidad de hombre-naturaleza cada día está más en peligro de romperse. Tlaxomolco (co-lugar, xomolli-rincón, tlalli-tierra) está ubicada al sureste del Valle; este rincón es im - portante tanto para la ecología de la región como para sus ruinas arqueológicas y en algunas de sus pa- redes rocosas hay pinturas rupestres. La parte montañosa es importante como zona de refugio de la fauna de una parte del Ajusco-Chi - chinautzin (desde las cúspides de la sierra sur se pue - den observar las cimas del Chichinautzin y del cerro Tlaloc) y también cuenta con una gran diversidad de flora. En esta parte del valle se encuentran los dos montículos que eran campos de cultivo de riego y temporal, hoy abandonados ante la falta de apoyo económico a los campesinos causada por una polí- tica alimentaria de importación de granos básicos a nivel nacional. En Tlaxomolco encontramos árboles de tierra caliente como el cazahuate y de tierra fría como el encino. El goce de la variedad de flores y su fragan - cia en octubre y noviembre para el caminante que desee perderse en la veredas de los cerros de Tlaxo - molco es un sueño que le puede suceder las veces que quiera en la vida, ir de una cueva a otra y escu - char las voces de la tierra; en cuyo interior aún se ven los fragmentos de los trastos ofrendados al Dios viejo de la Lluvia: “Tláloc”. También con frecuencia se puede escuchar el cascabeleo de la serpiente, que nos enseña con su música la prudencia y la toleran- cia. Variedad de trinos y cantos desde una calandria hasta un tzentzontle, un gorrión o una onomatopéyi - ca chachalaca. Un coyote y hasta un jaguar que nos mira sin más cuidado que su recuerdo pintado en las rocas. Todo esto hace de Tlaxomolco, Tepoztlán y la Zona Protegida del Ajusco-Chichinautzin un paraíso terrenal. Este paraíso esta actualmente en peligro de des- trucción. El aumento poblacional de las ciudades circun- vecinas, principalmente de México, ha hecho crecer la mancha urbana sin una planeación humanística, exclusivamente con objetivos de ganancia y destruc - ción de la flora y la fauna, junto con la afectación de los mantos freáticos, destrucción del medio ambien - te y calidad de la atmósfera. Así vemos el arroyo que nacía al pie del Chalchitépetl y que se alimentaba de otros riachuelos a su paso y se convertía en una gran barranca en todo el tramo de Tlaxomolco, don- de hubo peces, ranas y atolocates que alimentaron a los prehispánicos y algunas familias miserables de los primeros años de la segunda mitad del siglo XX. Tan importante fue este arroyo, que en la segunda mitad del siglo XIX, los caciques de ese entonces constru - yeron una presa que irrigaba las tierras llamadas “La Quinta”, que formaban parte del Valle de Atongo y parte de las tierras de Tlaxomolco. Hoy, en esta ba - rranca apenas se ven charcos contaminados con de - sechos industriales y aguas negras y la mayoría de su ex recorrido está seco. La presencia arqueológica en esta zona es com - pleja y se puede ver en las pinturas rupestres realiza - das por los primeros cazadores que sin duda remiten a la época preclásica asociada a otros sitios cercanos a esta zona, como Tecuescontitla, Axihtla, Analco, etcétera. Las huellas arqueológicas que aparecen no fueron hechas por un solo grupo ni en un determina- do momento, sino que son producto de varios siglos. Tomando como referencia el centro o los dos

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