Número 22
32 Sin duda, el complejo de paradojas capitalistas que sustenta, fragua y perpetúa la violencia de la to - talidad capitalista es una verdadera bomba de tiem - po de proletarios y pueblos que estallará y barrerá a los que dominan el mundo actual. Seguramente, se articularán todas las formas de lucha, revueltas, protestas, descontentos, agravios, paros, huelgas, movilizaciones, redes sociales, fuerzas anti sistémi - cas, insurgencias y movimientos revolucionarios; se promoverán transformaciones sociales y reformas importantes para acumular fuerzas estratégicas en - troncadas con la revolución. ción, Cuestión Nacional, Racismo y Autonomía. México: Claves Latinoamericanas , 1992; Gilberto López y Rivas. Antropología, Minorías Étnicas y Cuestión Nacional . México: ENAH-Aguirre y Beltrán, 1998. En esta dirección, compartimos la crítica afilada de Valqui cuando se refiere a los supuestos marxis - tas que esperan el fin natural del capitalismo y el triunfo también natural de la revolución y del socia - lismo, haciendo abstracción de los sujetos históri - cos y de la crítica de las armas, con un marxismo de cátedra, con los circos electorales como esperan - za sexenal, el cretinismo parlamentario, en suma, la conciliación de clases de una república amorosa. Valqui, y coincido con él, no da lugar a ilusionismos reformistas a partir de su crítica a las izquierdas sistémicas que una vez en el gobierno sirven a las transnacionales, optando por capitalismos subal- ternos nacionalistas, por capitalismos moderados, o capitalismos de “rostro humano”, que en realidad constituyen mascaras útiles para encubrir la ver - dadera catadura de la claudicación a las ideas de
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