Número 18

40 partido, desarrolló un modelo de integración de los 10 grupos poblacionales disgregados, man- teniendo relaciones de producción equilibradas (donde se sostienen las actividades de tierra fir - me y de litoral) lo que comprueba la existencia del trabajo organizado y solidario de las comuni - dades, como fuerzas productivas que rompieron con el dominio centralista impuesto por los grupos dominantes asentados en Oxtankah . Quizá ahora el modelo económico se enfocó a producir los bie- nes que les eran precisos para satisfacer las nece- sidades de la población, cuyos valores fueron de uso, de productos de consumo cotidiano y no en- focaron sus esfuerzos en la producción de bienes con valores de cambio o de mercancías elitistas, como los bienes suntuarios usados por el grupo en el poder. Al parecer, la aplicación de este mo - delo no llegó a polarizar a la sociedad en su con - junto durante esta época, sin embargo, el hecho de que en el espacio geográfico entre Calderitas e Ichpaatún se hayan asentado un número con - siderable de individuos y que los habitantes de la región empezaran a aceptar la tradición cultural cerámica que emanaba de la población de Calde - ritas, sugiere que en esta área se iniciaba a gestar el control de la región. Figura 4 . Durante el Postclásico Tardío (1200-1450 d. C.) llegan a la región grupos mayas foráneos, e impo - nen a la población un modelo económico centralis- ta. Las evidencias indican que los sistemas traídos fueron impuestos forzosamente, con una actitud de dominio y no de negociación. El modelo debió haber sido claramente excluyente y al parecer no les fue fácil someter a la población, ni imponer y formalizar su estructura de gobierno, ya que Ichpaatún, ciudad donde asientan su residencia, tuvo que ser edificada al interior de una muralla. En esta época la población vuelve a reagruparse, concentrándose ahora en 13 áreas, cuya distribu - ción espacial sugiere el fortalecimiento de las ac- tividades asociadas al mar y la continuidad de las actividades que se desarrollaban tierra adentro. El aparato coercitivo de la sociedad en su conjunto, era manejado por el grupo dominante que habitó Ichpaatun, apoyado por la población de Calderitas que jugó un papel muy importante en la estruc - tura de dominio, funcionando como responsable del mantenimiento del orden interno de los gru- pos asentados en sus inmediaciones. Mantener el poder centralizado en Ichpaatún no debió haber sido fácil, ya que en sus alrededores fue necesario ubicar un mayor número de autoridades para el sometimiento de los habitantes asentados en las cercanías de la ciudad amurallada, cuya densidad poblacional fue muy alta. En ese momento la ciudad de Oxtankah con- tinuaba abandonada y solo era visitada esporá - dicamente por aquellos individuos que acostum - braron venerar a sus antiguos dioses a quienes depositaron ofrendas al pie de los edificios. Igual - mente despoblados estaban Raudales, Nohich - mul y Tamalcab sur. Las evidencias indican la per - manencia de una escasa población en El Cocal, quienes a través de las rutas acuáticas estable - cidas, mantenían contactos con las poblaciones asentadas en el Petén Guatemalteco, el noreste de Belice, Costa Oriental y Mayapan. En Tamal - cab Estrecho permanecía igualmente un escaso número de individuos, pero la ciudad era visitada preferentemente para depositar ofrendas. Las nuevas tradiciones cerámicas traídas por los grupos foráneos fueron de muy baja calidad, comparadas con las de épocas anteriores; la nue - va economía produjo mercancías de acabados burdos, al parecer elaborados con gran rapidez y en cuyo proceso productivo no se invirtieron su - ficientes horas-hombre, situación que se ve refle - jada igualmente en los sistemas constructivos de los edificios que erigieron. Figura 5. En el próximo número: Resultados de las investigaciones arqueológicas en Ox - tankah, pueblo de navegantes.

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