Número 18
30 pueblos, a no permitir la subordinación al colonialismo que rompe la estructura genuina y natural de los pueblos originarios. El Perú es un Es - tado pluricultural y por lo tanto los gobiernos no pueden tener prácticas monistas y anti democráticas en la toma de sus decisiones y de su des - envolvimiento como ESTADO. Los pueblos conocemos los problemas e impactos que genera la industria minera de metales a gran escala en muchas regiones del Perú donde se está dando esta actividad extrac - tiva. Las Empresas transnacionales violan derechos de los pueblos, no cumplen con el marco normativo, no tienen en cuenta el gran costo in - tergeneracional, cultural y ambiental que sus actividades vienen ocasio - nando a los pueblos y que el Gobierno tiene la obligación de proteger. Por lo tanto, nos pronunciamos ante las autoridades políticas, judi - ciales, económicas, culturales, ambientales, y a la opinión pública na- cional e internacional. La imposición por parte del Gobierno Nacional del megaproyecto minero Cañariaco a los pueblos originarios de las Comunidades Cam - pesinas de San Juan de Cañares, San Isidro Labrador de Maraywaca, José Carlos Mariátegui, San pablo de Inkawasi y Rondas Campesinas, está ocasionando que se altere nuestra forma de vida del que estamos acostumbrados los pueblos originarios, indígenas, campesinas y ronde- riles. Hoy nuestros pueblos conocen sus derechos, y éstos lo haremos prevalecer legalmente. Queremos que respeten nuestro propio mode - lo en base a la COSMOVISION DE LOS PUEBLOS que se expresa en las actividades de la agricultura, la ganadería, la relación humana y la na - turaleza de buen vivir, en el respeto de la pluriculturalidad de nuestra región Lambayeque. Respeto a los resultados de la Consulta Comunal realizada por la Co - munidad Campesina San Juan de Cañaris, en el marco del Convenio 169 de la OIT, donde el 97% de los comuneros(as) rechazaron la actividad minera, no otorgando consentimiento a la empresa Cadente Cooper. En lugares donde las empresas operan, no tributan de acuerdo a las enormes ganancias que obtienen en el mercado internacional. hay ejem - plos claros, caso Cajamarca 20 años de gran minería sin embargo los pue - blos sumergidos a la extrema pobreza, Huancavelica de igual forma, etc… que según los índices en esas regiones hasta incrementaron la pobreza y exclusión, puesto que las actividades mineras compiten con las activi - dades productivas y económicas de las comunidades y de los pueblos, sobre todo la actividad agropecuaria y turística. Por lo tanto, la minería de metales NO contribuye al desarrollo humano sostenible de las comu - nidades ronderiles, eso es lo que no quisiéramos en nuestros pueblos. Condenamos que los gobiernos en vez de fiscalizar, sancionar a las mineras, implementen y hagan cumplir los estándares internacionales.
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