Número 18

24 lizar y destruir a los grupos de traidores. 8 Este párrafo indica que la responsabilidad del uso de civiles en operaciones de contraguerrilla re - cae directamente en el gobierno federal, así como en las autoridades locales y estatales del área de con - flicto. El mismo Manual establece que el derecho in- ternacional es aplicable en el caso de que las fuerzas armadas comentan tratos inhumanos o actos crimi- nales contra la población civil. F. Factores psicológicos. Una población que apoya activamente a la guerrilla incremen - ta la posibilidad de detectar a las guerrillas. Generalmente en nuestro territorio encon- traremos el apoyo de la población y especí- ficamente en áreas liberadas en las que se oponían a los objetivos de la fuerza enemiga. La población que apoya los objetivos del ene - migo favorece a sus guerrillas. El objetivo mi - litar de destruir a la guerrilla adquiere mayor importancia sobre otras consideraciones, no obstante las operaciones deben de planearse procurando minimizar a los daños a la propie - dad civil. Las contraguerrillas deben en todos los casos tratar a la población civil de manera justa y razonable, apoye a no a nuestra fuer - za. El trato inhumano a los actos criminales son violaciones serias y punibles bajo el dere - cho internacional y nuestras leyes 9 . La doctrina militar mexicana sostiene que las operaciones de control de la población civil se ejer - cen mediante un comité que reúne a las autoridades militares con representes de la autoridad civil y de organizaciones afines al ejército: 592. Para controlar a la población civil, es necesario que existe una coordinación total 8  Ibíd. 9  Ibíd. entre las fuerzas militares y organizaciones que intervengan, para lo cual deberá esta - blecerse un comité con representantes de todas las fuerzas para que bajo un solo man - do planeen y coordinen sus acciones. 593. Las fuerzas que normalmente inter - vienen en las operaciones para controlar al pueblo y sus recursos son: A. Organizaciones gubernamentales, B. Fuerzas policíacas. C. Fuerzas militares. D. Organizaciones sociales, políticas y eco - nómicas, como partidos políticos, sindica - tos, organizaciones deportivas, cámaras de comercio, etc. 10 A partir de 1994, y al igual que los grupos pa - ramilitares que existen durante las guerras internas en Guatemala y El Salvador, los grupos paramilita - res en Chiapas se ha dedicado a sembrar el terror en las comunidades indígenas que simpatizan con el EZLN, mediante asesinatos, emboscadas, quema de poblados, amenazas de muerte, expulsiones, robo de ganado, detención y tortura de bases de apoyo o milicianos zapatistas. Las denuncias de indígenas entregadas desde 1995 a los grupos de derechos humanos que han tra - bajado en Chiapas insisten en que los grupos parami - litares operan en coordinación con las corporaciones de seguridad pública, reciben apoyo y entrenamiento del Ejército Mexicano y que, en ocasiones, se mezclan entre los contingentes de soldados y policías que con - trolan los poblados del Norte y los Altos de Chiapas. En mi calidad de Diputado Federal y presidente en turno de la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA), presenté una denuncia en la PGR por la 10  Ibíd.

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