Número 13
10 neral John J. Pershing , en persecución del también general revolucionario Francisco Villa. Todo esto y más queda convenientemente olvi - dado en los libros de historia, de tal manera que con gran sorpresa llegamos a la página 73 del libro de Cuarto Grado para enterarnos que “durante la gue - rra (se refieren a la Segunda Guerra Mundial) mejo - raron las relaciones con Estados Unidos, ya que fui - mos sus aliados”. ¿Cómo pretenden los revisionistas de la historia que los niños de primaria comprendan que unas relaciones “mejoran” cuando desde la guerra del 1846- 1848 no se seña - la el carácter que éstas tuvieron a lo largo de casi un siglo, ni se les proporciona la más mínima información al res - pecto. ¿Podrán los infan - tes educados con estos libros entender los dra - máticos momentos que vivió el país durante la expropiación del petró - leo en 1938; sin conocer las amenazas y agresio - nes del gobierno y de las compañías estadouniden - ses y británicas en contra de la acción soberana del gobier - no del general Lázaro Cárdenas? ¿Quedarán en el olvido los acuerdos de Bucareli? ¿Nada se sabrá del problema de salinidad y contaminación de nuestros ríos fron - terizos y de los desechos de todo tipo en nuestro territorio por parte de acciones cuyo origen está del otro lado de la frontera? ¿Y qué de las islas en las costas de California que son propiedad mexicana y que están actualmente ocupadas por Estados Uni - dos? ¿En qué contextos históricos se podrán expli - car las violaciones actuales a nuestra soberanía por agentes de la CIA, la DEA y otras agencias de espio - naje de Estados Unidos; la entrega de nuestra sobe - ranía en aeropuertos, y el control de inteligencia de toda la telefonía fija y móvil, licitada abiertamente en una página del gobierno estadounidense; la in - jerencia creciente en las fuerzas armadas, ahora so - cios de una entelequia política llamada América del Norte? Estas y otras preguntas son respondidas con el silencio como opción política; silencio sólo expli - cable a la luz de la traición nacional de los gobiernos priistas y panistas, de los intelectuales a su servicio (que ahora refieren que la batalla del 5 de mayo fue una escaramuza sin importancia ni trascendencia histórica), de los medios de comunicación masiva, de los grupos oligárquicos que en contubernio con los poderes facticos, incluso delincuencia - les, han entregado la patria a las corporaciones y a las estrategias del gobierno de Estados Unidos. Se pretende bo - rrar de la memoria de nuestro pueblo, la his - toria de las resistencias frente a las invasiones extranjeras y frente a ti - ranos y dictadores. Esa historia es parte esencial de la vida misma de la nación, constantemente agredida por poderes extranjeros y por quienes siendo nacidos en este país, los represen - tan sin dignidad ni decoro. Destacar este hecho no lleva necesariamente al revanchismo y al naciona - lismo agresivo: conocer los problemas reales y per - manentes entre las dos naciones es el único camino para llegar al establecimiento de relaciones pacifi - cas, armoniosas y de beneficio mutuo con Estados Unidos, basadas, sobre todo, en el respeto al dere - cho irrenunciable a la independencia y la autodeter - minación, y con plena consciencia y conocimiento de nuestra historia.
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