Número 9
15 francés que, no hay que olvidar mereció, del poeta francés Víctor Hugo un conmovedor y doliente mensaje de solidaridad con el pueblo de México, a sus militares y a la población rural e indígena que defendió su territorio. El gobierno de Puebla y los funcionarios del INAH, en lugar de dignificar esta zona histórica mantener su uso común y dominio público y, con ello, la comprensión y aprecio de aquel momen - to de la historia, instrumentan una celebración estilo Hollywood en un territorio ya deformando, pagando a compañías extranjeras la realización del tradicional Desfile del 5 de Mayo y ejecutando obras de costo elevado para el erario público que poco se relacionan con los sucesos de hace 150 años (de igual manera que sucedió con los festejos del Centenario y del Bicentenario, ¡nuestras fiestas nacionales en manos de las corporaciones transnacionales!). Asimismo, han convertido el área histórica de aquella gloriosa batalla en un parque de diversiones privado mientras que las comunidades de donde vinieron los soldados del ejército mexicano (zonas indígenas y rurales) han quedado en el olvido, sin que se valore su contribución al acto que se conmemora. ¿Cómo enseñar la historia de México en un escenario perturbado y privatizado para la com - pra-venta del espectáculo? ¿Cómo llamar a la deforestación iniciada con el proyecto de Lorena Zedillo, agravada con el cuestionable centro expositor de Mario Marín y, ahora, completada con el arrasamiento de los árboles y el entorno natural? ¿Acaso el cerro no es terreno propicio para un proyecto de desarrollo sustentable que respete el entorno y que permita continuar su importante papel en la recarga hídrica, la recepción de aves migratorias y la regulación del clima? No son los fuegos artificiales de una empresa estadounidense, ni el rostro de una ex Miss Universo, ni las fuentes danzantes en el cerro de Loreto lo que necesita el pueblo de México. Se requiere que los servidores públicos, empezando por el gobernador y sus funcionarios, la administración municipal y los administradores del INAH ejerzan sus funciones con transparencia y compromiso social, y sobre todo, con respeto por las leyes vigentes referentes a la salvaguarda protección, investigación, y dignificación de los monumentos y zonas de monumentos históricos, arqueológicos, artísticos y paleontológicos. Banalizar y lucrar con el aniversario de la gesta del 5 de Mayo está más cerca del oropel que cubrió al emperador impuesto por los franceses, y no a la sangre mexicana que cubrió el suelo poblano, donde ahora se impostaron obras que más apuntan al olvido de la gloriosa Batalla de Puebla que a dejar testimonio de las caras lecciones de la historia. Sindicato de Profesores Investigadores del INAH D-II-IA-1 Sindicato de Arquitectos-Restauradores del INAH D.II- IA-2 Sindicato de Administrativos, Técnicos y Manuales del INAH D-III-24 Excélsior 24 de abril, 2012. Sección primera nacional p. 18
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