Número 9

12 acción huelguística. La agitación laboral llevó a los sectores monopolistas y a las autoridades gubernamentales a orquestar una respuesta draconiana. Había que res - tablecer el orden social y la disciplina labo- ral. El momento propicio se presentó el 4 demayo en la ciudad de Chicago. Los Revo- lucionarios Socialistas, organización anar - quista, convocaron a un mitin de protesta en la plaza Haymarket; había que condenar la brutalidad policíaca ejercida contra los obreros de la fábrica Mc Cormick. Hacia la finalización del acto obrero estalló una bomba que mató instantánea - mente a un policía e hirió gravemente a otros cinco, quienes murieron más tarde y causó heridas menores a unas cincuenta personas. Los titulares de los diarios, voce - ros del sector empresarial, aprovecharon la oportunidad para tergiversar la huelga y la demanda por las ocho horas, como ac- tos propios de los lanzabombas. Ese mis - mo día, la Asamblea Polaca de los Caballe- ros del Trabajo , en Milwaukee, Wisconsin, se había movilizado al taller de laminado del norte de Chicago, ubicado en la vecina Bahía View, para clau - surarla como medida de fuerza para presionar a los patrones a conceder la jornada de las ocho horas. En su camino fue interceptada por dos compañías del Ejército norteamericano, las que recibieron orden pe - rentoria del mayor George Tracumer de abrir fuego a discreción. Ocho obreros polacos y un alemán caye - ron muertos en la refriega. En Chicago, los allanamientos domiciliarios en los barrios obreros por parte de la Policía se hicieron masivos. Así como fueron ocho los obreros inmola - dos en la avenida Lincoln, cerca de la planta de Mc Cormick, fueron también ocho los anarquistas de - tenidos para ser procesados y asesinados bajo far - sa jurídica, acusados de ser los autores del atentado dinamitero: Albert Parsons, Ausgust Spies, Samuel Fielden, Eugen Schwab, Adolph Fisher, George En - gels, Luis Lingg y Oscar Neebe. No importó que no hubiesen estado en la plaza Haymarket, salvo Fielden que fue el orador en el momento del atentado. Los siete primeros fueron sentenciados a la pena capital y Neebe a quince años de prisión. En la propia Cuba, al conocerse en fatal veredic - to de los jueces de Chicago que costaría la vida a los cinco líderes anarquistas, el Círculo de Trabajadores se movilizó llamando a la clase obrera cubana a so - lidarizarse con los sentenciados. El 2 de octubre de 1887 se instaló un Comité de Auxilio, el cual convocó a una asamblea obrera para el 8 de noviembre en el Arco Jané. Más de dos mil trabajadores acudieron al acto de protesta. Acordaron demandar al goberna- dor de Illinois el indulto y recaudar fondos para ta - reas de defensa y propaganda. El destacado dirigen - te anarquista Enrique Roig fue detenido por su activa campaña de solidaridad obrera. El 11 de diciembre, Marcha en España. Foto de Agencia EFE

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