Número 9
10 tualización ideológico-política, tanto por las disímiles vanguardias sindicales y políticas, como por algunos Estados y gobiernos. Se trataba, pues de registrar esta singular fecha en su heterodoxa apropiación na - cional, como un acontecimiento cultural constitutivo de la clase obrera y de sus segmentos gremiales y políticos. El estado y todos los grupos de vanguardia se habían empeñado en ritualizar faccionalmente el día del trabajo, buscando a través de esa praxis con - memorativa legitimar sus discutibles hegemonías. En América Latina la jornada de trabajo fluctuaba entre las diez y catorce horas promedio. Los tiempos actuales sugieren una tendencia hacia la rearcaiza - ción de la jornada laboral. Tradicionalmente, la con - memoración del 1° de mayo, si bien aludía al sentido internacional de la demanda, acentuaba su significa - ción según los países, y en el interior de éstos, según las regiones y ramas productivas u ocupacionales. La lucha por la jornada de ocho horas giró en tor - no a una demanda más política que económica en la medida que ella garantizaría no sólo una contención a la sobreexplotación laboral, sino también una pa - lanca para la politización y educación de los trabaja - dores. La lucha por la jornada de ocho horas era, en cierto sentido, la lucha por el beneficio de un tiempo necesario para el ejercicio de sus derechos, de la re - forma social e incluso de la subversión. La vida sindical y política exigía de sus militan - tes una premisa básica: la disposición de un tiempo marginal permanente que posibilitase su educación, adoctrinamiento, concentración, debate y acción co- lectiva, y que garantizasen el aprovechamiento del tiempo recuperado , según sus potencialidades cultu- rales, reivindicativas y revolucionarias. Pero el tiem - po libre que demandaba la vida política y sindical no podía ser monopolizado por ellas. La clase obrera aspiraba también a educarse, recrearse y divertirse. La Canción de las ocho horas reclamaba el tiempo li - bre porque los obreros no tenían: “Ni una hora para pensar. /Queremos sentir el calor del sol. /Queremos El 1° de mayo en Colombia. Foto de Agencia EFE
RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=