Número 7

3 Editorial ¿ C ómo aproximarnos a la comprensión de la problemática local-nacional tan enlazada a la problemática mundial? ¿Podrán la antropología y las demás disciplinas humanísticas atender el reto que demanda el análisis de la cuestión nacional? Los conceptos de crisis y de nación, cribados por los sinuosos caminos de las modernidades entre el Occidente y los escenarios orientales, africanos y latinoamericanos, han sido útiles para dar cuenta de sus más importantes hitos y encrucijadas. Como sabemos, el concepto de crisis no necesariamente tiene carga negativa, cómo lo ha esclarecido para La crisis y el rescate de la nación nuestra lengua castellana el filólogo Joan Corominas, en su Diccionario Etimológico  (1994). Sin embargo, la crisis de la sociedad mexicana es multidimensional y está bordada de negatividad por los poderes oficiosos y fácticos incapaces de resolverla.  La soberanía nacional sigue siendo vulnerada con la complicidad de los gobernantes y de la mayo - ría de sectores de la clase política en favor de los in - tereses geopolíticos de Estados Unidos de América. El patrimonio cultural y natural, uncido a la lógica del mercado internacional y, por ende, a los intereses de las grandes corporaciones dedicadas al turismo, a la Hernández monerohernandez.blogspot.mx

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