Número 5

42 marionetas, los trastos de barro, los yoyos, las cani - cas y las infaltables muñecas de cartón y de tela, por mencionar unos cuantos.  Los juguetes forman parte de nuestras tradicio- nes y costumbres y a pesar de su diversidad, pode - mos establecer a partir de ellos sus lugares de pro - cedencia y crear una geografía del juguete mexicano. Los juguetes de barro se elaboran en casi todos los Estados. Otros son específicos de ciertas regiones o localidades, como los aviones de jipi-japa de Bekal, Campeche, los cestos de palma, de sotol o de agujas de pino de Chihuahua, las casitas de pochote de Te - poztlán, Morelos, los alebrijes de Oaxaca, los juguetes laqueados de Temalacatzingo, Guerrero, los trasteci - tos de cobre de Michoacán, las miniaturas de palma de Chigmecatitlán, o las de vidrio prensado de Pue - bla, las muñecas de cartón de Guanajuato, etcétera.  Otros materiales como la madera y la cerámica de varios colores, son de uso frecuente en la confec - ción juguetera de varios estados de la República.  Vemos que los materiales utilizados son diver - sos: cartón, hojalata, cerámica (alfarería), madera, plomo, fibras vegetales, tela, vidrio soplado, carrizo y bejuco y cualquier otro elemento que despierte la Alebrije, Oax. Columpio laqueado, Gro.

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