Número 5
33 división y fraccionalismo comunal. Los 1,350 pobla - dores indígenas en el municipio, en su mayoría ha - blantes de náhuatl, se concentran principalmente en Coajomulco, 26 comunidad que se ubica a la altura del kilómetro 56, entre la estrecha franja de las carretera federal y autopista. El censo de 1990 señalaba que la población de Coajomulco era de 1,304 habitantes. 27 Tres localidades concentran la mayor parte de la población huitzileña: Huitzilac, Tres Marías y Coa - jomulco. La población de los fraccionamientos cam- pestres sigue un curso ascendente, aunque hay que remarcar que se debe principalmente a la presión ca- pitalina. La cabecera municipal en 1990 registró 3,235 habitantes, habiendo perdido peso demográfico fren - te a Tres Marías, la cual registró 3,785 pobladores. Esta última población revela una dinámica comercial en expansión, aprovechando su ubicación estratégica en la intersección de tres carreteras: la Federal Mé - xico-Cuernavaca, la autopista D.F.-Acapulco y la que transitando por la cabecera municipal se proyecta ha - cia las lagunas de Zempoala, rumbo a Huitzilac, Toluca y otras localidades del estado de México. El tránsito vehicular de carga pesada que antes fluía por la desviación Huitzilac-Cuernavaca, es cana - lizado principalmente por el ramal caminero Huitzi - lac-Tres Marías-Cuernavaca. Sin embargo, la activi - dad comercial y artesanal de la localidad de Huitzilac, se sigue nutriendo de la demanda de los viajeros y turistas que se desplazan a Zempoala, Chalma, San - tiago Tianguistengo o Toluca. De Huitzilac a Toluca, median 66 kms de carretera pavimentada pero es - trecha, curvosa y de precario mantenimiento. Con motivo de la confluencia de tres factores de expulsión de población defeña durante la última déca - da, la densidad demográfica de los fraccionamientos campestres ha crecido en forma ascendente. Sin em- bargo, no debemos desdeñar el flujo de colonos pro - 26 INI, 1993: 123. Embriz, Arnulfo (coordinador), Indica- dores socioeconómicos de los pueblos indígenas de México, 1990, INI, México, 1993. 27 INEGI, 1990: XI Censo de Población. cedente de la propia ciudad de Cuernavaca como res- puesta al encarecimiento del mercado inmobiliario. La preocupante contaminación ambiental urba- na, el impacto del terremoto de 1985, y la espiral inflacionaria que disparó los precios de terrenos e in - muebles en la ciudad capital, acicatearon la presión de demandantes defeños sobre los fraccionamientos campestres de Huitzilac, al no poder pagar los eleva - dos precios especulativos del mercado inmobiliario cuernavaquense. Las primeras oleadas de colonos habían bus - cado un espacio campestre para fin de semana, o como inversión rentable. A partir de la segunda mitad de los ochenta, el mayor número de deman - dantes de terrenos o casas, buscaba un espacio de residencia permanente. La crisis de los años 87-88, llevó a muchos propietarios ausentistas a vender sus inmuebles para eximirse de los crecientes gas - tos de mantenimiento. Por ejemplo, en el caso del fraccionamiento “Monte Bello”, de ocho familias residentes en 1987 sobre un total de 70 viviendas construidas, en 1988 su población permanente. En 1994, la población fija de este fraccionamiento esta - ba ya compuesta de 36 familias, ocupando el 50 por ciento de las viviendas construidas. Del total de familias residentes, tres eran huitzi - leñas, las cuales mediante caminos diversos lograron la parcial regularización de sus predios y su derecho a cotizar como colonos y ser beneficiarias de los ser - vicios con que cuentan. El proceso de urbanización del bosque huitzile - ño, data de la década de los años cincuenta cuando los urbanizadores, bajo el amparo de la política del estado, inician un proceso especulativo con la com - pra de predios rústicos. Un indicador de este proceso se puede rastrear a través del despegue gradual del valor catastral de los terrenos en proceso de urbani- zación en las márgenes de las carretera Federal Mé - xico-Cuernavaca, entre los kilómetros 54-55 y 60-64, así como a través de las autorizaciones concedidas a los fraccionadores en el espacio huitzileño. Así por ejemplo el predio Ajahuayo de 129,647 metros ubi -
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