Número 4
32 El cuexcomate Rafael Gutiérrez PROLOGO U na tradición de los pueblos sembradores del maíz, fue la costumbre de guardar su maicito, en LOS CUEXCOMATES de tierra, para el tiempo de secas, las gentes y los animales de trabajo, tuvieran que comer. La imagen del cuexcomate nos recuerda el valor sagrado de maíz y la levedad de la vida huma - na hecha también de tierra. Es una tradición cultural mesoamericana. Aunque se menciona al pueblo de Chalcatzingo como el ejemplo de un pueblo cuexco - matero, lo encontramos en todos los pueblos del Es - tado de Morelos. En la región de Morelos Se conocen dos tipos: el de olla en la parte norte y oriente del Estado y el modelo circular de Xoxocotla. La percep - ción, conocimiento y conservación del cuexcomate, es de interés para los antropólogos, los historiado - res, los arquitectos, los historiadores del arte, pero sobre todo a todos aquellos cuya conciencia cultural tiene que ver con la arquitectura histórica, la cultura regional y particularmente la arquitectura de tierra. EL CUEXCOMATE El cuexcomate conocido como granero desde la lle - gada de los españoles a Mesoamérica, está formado por una base redonda, una olla y un techo como ele - mentos arquitectónicos; los materiales tradicionales son tomados directamente de la naturaleza, y se apli - can en forma artesanal. Es una obra arquitectónica olvidada, como olvidados estan el tlecuil, el brasero, el horno el temascal y otros borrados del diccionario por nuestra tecnologizada cultura, solo útiles cuan - do la tecnología nos traiciona, que por cierto: sucede frecuentemente. En la vista de un cuexcomate, campea magis - tralmente la importancia de la obra y la habilidad del artesano. Además de saber cuántas cargas de maíz cabrán, sabe orientar el trazo de acuerdo al nacimiento y ocaso del sol y con la transversal que indica el norte y el sur forma la cruz cuyo centro, guiará el trazo. Sabe qué tipos de materiales son necesarios, dónde y cuándo obtenerlos, en que tiempo lunar cortarlos, como guardarlos hasta que son usados. Mediante círculos de zacate trenzado bañado con lodo, el artesano va formando dando forma a la olla elevando su altura guiado solo por el hilo que sale del centro de la cruz y utilizando un andamiaje apropiado al avance de la altura. Cuan - do la altura es suficiente, coloca el faldón alrededor de la olla para que sirva de base al techo. Este es un cono de zacate cocido a la estructura de morillos: en la punta coloca un cono de arcilla cocida para que el agua escurra sobre el zacate. La artesanía es una profesión y los artesanos unos profesionales de una arquitectura especializada, no tienen reco - nocimiento ni lo necesitan. Conservan una filosofía de vida, diseñan un objeto útil para una necesidad vital, conocen los materiales y la capacidad de tra - bajo que tienen, conocen los bancos de material y el tiempo de cortarlos guiados solo por su cono - cimiento astronómico, conocen los tipos de tierra y saben cuál es la conveniente para su obra y sa - ben cómo aplicarlos de la manera . El artesano del cuexcomate forma parte de una antigua tradición cuyos conocimientos se trasmiten por generacio - nes. Gozan de un amplio prestigio entre las comu - nidades maiceras. Ante el embate de la traicionera tecnología, el alto costo de sus especialistas y la corta vida útil que tienen los nuevos elementos de uso, la preservación del artesano y de los cuexco - mates es imperativa. El maíz, hasta hace poco fue UN ALIMENTO
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