Número 3
30 destia de aprender”, y de no dirigir a los pobres entre los pobres. Tardó tiempo para que fueran aceptados como fuerza defensiva. Más tiempo tardó en que se organizaran como Ejército Zapatista de Liberación Nacional, un ejército en que los comandantes de los pueblos indios eran indios, de por sí conocedores de la cultura de la resistencia centenaria con su inmen- so saber, y algunos también del marxismo guevarista trasmitido en las escuelas republicanas, o de la teo - logía de la liberación que en los colegios y conventos de Centroamérica y Chiapas prosperaba. Mirando de cerca el Movimiento parece como una resistencia y una rebeldía de “ensayo y error” que hasta cuando pierde hace extraordinarios descu - brimientos. Con ellos logra seguir resistiendo y cons - truyendo la alternativa de un mundo mejor. Descu - bre así y practica un pensamiento hecho de múltiples combinaciones de las que tomo algunos ejemplos: UNO. Las comunidades y las redes, --es decir las or - ganizaciones que vienen de los habitantes originales o del medievo español--, se combinaron con las que han mostrado ser más eficaces en la época de la in - formación electrónica, y con las comunicaciones, acciones y organizaciones cibernéticas y complejas. DOS. Las luchas por la tierra se combinan con las lu - chas por el territorio, por la nación, por el mundo, y por la solidaridad internacional. TRES. Combinan la lucha por la autonomía de los pueblos y las arti -
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