Número 3

28 Fidel Castro formación”. También por la “formación” del pueblo. Los discursos de Fidel y otros líderes, así como de los activistas y simpatizantes realizaron la tarea de infor - mar y educar. También ellos aprendieron. El tiempo que le llevaba Fidel Castro hablarle al pueblo a menudo pasaba de cinco horas. Desenredar razonamientos tenía un fuerte sentido pedagógico. Desenredaba a un pueblo de trabajadores agrícolas y obreros, con una alta proporción de analfabetos. Preparaba a todo el pueblo para tomar decisiones. Así, una de las primeras luchas llevó a Fidel a pre - guntar a la multitud. La escribo como la recuerdo: “Si para lograr la democracia tuvieran que escoger entre el voto y las armas, ¿Qué escogerían, el voto o las armas? El clamor de “¡las armas!” no se hizo es - perar. Pasado un breve tiempo, en el discurso del 15 de abril de 1961, preguntó a la multitud que asistía: “¿Quienes tienen las armas? ¿Acaso los millonarios tienen las armas? (Gritos de “No”) Al final del discur - so pidió otra aclaración: “¿Es democracia una revo - lución en que los humildes tienen las armas? (Gritos de sí. Aplausos.) Años después el antropólogo Jorge Alonso y otros autores sostuvieron que el 80% del pueblo cubano estaba armado. Los esfuerzos realizados fueron complemen - tarios. Desde 1960 se tuvo que organizar a todo el pueblo para la defensa de tierras y territorio, con sus habitantes amenazados en los hechos por crecientes actos terroristas. Así nacieron los “Comités de De - fensa de la Revolución”. Pronto se convertirían en una organización del pueblo de abajo para arriba, en una especie de construcción piramidal del estado- pueblo. Cada cuadra tenía su CDR; los presidentes de varias cuadras conformaban el CDR del barrio; los presidentes de los barrios, los CDRS de las provincias, los de las provincias los CDRS de la nación. La gigan - tesca organización forjó canales paralelos de abajo a arriba y de arriba abajo. Sirvió para dialogar, discu - tir, disentir, acordar adentro y con los de adentro, es decir, para “mantener al pueblo unido y expresando sus diferencias, sus oposiciones y críticas en el inte - rior de sus organizaciones”. Obviamente constituyó una formación sociopolítica que nada tenía que ver con la democracia de los partidos y de la publicidad mercantil, ni con los regímenes del “cesarismo de - mocrático”. Correspondió al concepto de democra - cia que define con tanta claridad el teólogo Leonardo Boff cuando dice: “ El principio de la democracia es éste: <lo que interesa a todos debe poder ser pensa - do y decidido por todos > ”. 250,000 alfabetizadores se encargaron de enseñar a leer y escribir a todo el pueblo. Hoy sus habitantes y gobierno construyen un “País-Universidad” que busca acabar con el mito de que sólo una minoría de seres humanos puede alcan - zar la educación superior. El eslabón reforma agraria-defensa del territo - rio- organizaciones armadas del territorio-servicios secretos altamente eficaces --vanguardias disemina - das en las bases— y --bases que cuidan a los coman - dantes y al país de atentados y actos terroristas en - riquecieron con la acción los discursos pedagógicos

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