Número 1

23 El otro y Yo Rafael Gutiérrez P ercibir, mirar y reflexionar sobre el otro, es mirar hacia nosotros mismos a tra- vés de la ventana de la humanidad. Con el resto de la naturaleza compar - timos el sentido de la percepción a través de los sentidos; pero solo nosotros mira - mos, es decir descubrimos los exteriores y podemos introducirnos en los complejos vericuetos del interior para descubrir sus componentes. Pero solo quienes miran su propia imagen reflejada en el otro pueden cruzar la ventana del cuerpo y del espíritu para querer, conocer y accionar por el otro. Sólo de esta manera se puede tener intereses, afectos en el otro como en uno mismo. La arquitectura, como todas las cien - cias puestas al servicio humano, dispone de la ventana como uno de los instrumen- tos significativos para llegar hasta el otro. Uno, al mirar desde la ventana descu - bre el mundo fascinante del otro en medio de diversos objetos. Este mundo es dife - rente de acuerdo a la forma como se es- tructura la sociedad. En las casas rurales, la mirada se encuentra con patios llenos de flores con las que por las tardes, cuando las faenas cotidianas han bajo su intensi - dad, la señora de la casa platica y observa los juegos de los niños; los productos del campo llegan a la casa de las más diversas maneras: en lomo de animales, en auto - motores o en el ayate del campesino, en Ventana de la casa de Hueyapan, Morelos. Foto de Rafael Gu- tiérrez

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