Número 1
12 por la revolución socialista en naciones ocupadas y divididas, como Polonia 4 , o en imperios multinacio - nales como la Rusia zarista 5 , o el abigarrado entra - mado de naciones y nacionalidades que constituía el imperio austrohúngaro. 6 A partir de este contexto de gran diversidad étni - co-nacional, no es casual que Lenin se alejara de las aproximaciones de Marx y Engels en lo referente a la guerra de conquista que Estados Unidos empren - dió contra México de 1846-1848 7 , ni participara de los severos juicios de ambos sobre los varios países y pueblos bajo sujeción colonial, o situados en la peri - feria de las naciones históricas avanzadas , muchos de ellos considerados “pueblos sin historia” , asumiendo que el desarrollo del capitalismo los sacaría de su “atraso” o “rezago ancestral”, y que la economía mundial y, por ende, los intereses de la revolución proletaria, se verían beneficiados con estas conquis - tas coloniales e imperialistas. Recordemos también las controvertidas apreciaciones de Marx sobre Bolí - var, quien fue caracterizado equívocamente a través del espejo deformado de Napoleón 8 . Las posiciones tempranas de Marx sostenidas en la década de los cuarenta del siglo XIX, de atribuir al capitalismo el desarrollo de los países bajo su domi- nio, años más tarde se sustituyen por una crítica des - piadada a los efectos del colonialismo que se expone en el primer volumen de El Capital, y en sus artículos sobre la India 9 . No obstante, Salomón F. Bloom, un respetable y pionero analista de Marx en lo referen - te a la cuestión nacional, considera que “mientras que la opinión de Marx sobre el papel progresivo del imperialismo sufrió considerable cambio, su prueba última para toda dominación política, fuera ésta in - terna o externa, seguía siendo la misma: el avance económico y social.” 10 El marxista argentino Leopoldo Mármora señala acertadamente que es necesario “colocar en el cen - tro del análisis la concepción general de la revolu - ción que ellos elaboraron, pues ése y no otro es el centro que anima y da lógica a todas las posiciones teóricas y prácticas de Marx y Engels frente al pro - blema nacional…En todo caso la revolución mundial, es decir la revolución proletaria en Europa occiden- tal fue y siguió siendo siempre el único “centro” de la teoría de Marx.” 11 Mármora destaca las rectificaciones de Marx a su propio análisis, al descubrir que el desarrollo de la metrópoli bloqueaba el de la colonia, lo que para el caso de Irlanda significaba que con la dominación británica se había convertido en un país agrario sub - desarrollado, mientras Inglaterra se transformó en una moderna potencia industrial. Esto es, al darse cuenta del desarrollo desigual, Marx extrae las con - Vladímir Ilich Lenin
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