4, Diciembre de 2011

Nacimientos o belenes

Una de las artesanías mexicanas en las que se manifiesta de manera más fehaciente la influencia Europea es en las figuras que se utilizan en los nacimientos navideños, en España llamados “belenes”.

Quisimos abordar este tema dado que en fechas próximas, esta artesanía es frecuente en muchos hogares e incluso en sitios públicos.

Independientemente del sentir religioso de cualquier persona, no es posible sustraerse del aspecto religioso que estas artesanías llevan consigo.

Trataremos de hacer una reseña de la aparición de los nacimientos y del significado que estos englo­ban, sin tratar de extenderse en el tema, en tanto que no es este nuestro objetivo primordial.

De acuerdo con las fuentes históricas, la primera representación del nacimiento fue realizada por San Francisco de Asís en la navidad de 1223 en un viejo establo cerca de Rietti, Italia, utilizando para ello personas y animales vivos.

Esta tradición se continuó realizando, para pasar posteriormente a la utilización de figuras fabricadas principalmente en cerámica y se cree que esta modalidad se presentó por vez primera en Nápoles a finales del siglo XV.

En el siglo XVI el nacimiento fue traído a América desde España y entre las familias criollas  comenzaron a aparecer figuras en madera, arcillas y también en marfil o porcelana

Los artesanos mexicanos con su habilidad y creatividad dieron vida con sus manos a nuevas formas y en  diferentes materiales a maravillosas piezas que evocan el nacimiento del Niño Jesús en un portal de Belem.

La choza o la cueva, se utiliza como símbolo de sencillez y humildad; José, como el hombre que inspira obediencia y fortaleza; María, representa la fidelidad y amor a Dios, mujer comprensiva y bondadosa; el Niño Jesús es el  guía espiritual que se aloja en el corazón del hombre para transmitir su amor al mundo.

Los tres Reyes Magos, muestran a Jesús a través  de sus obsequios (oro, incienso y mirra)  su naturaleza real, divina, así como su sufrimiento y muerte.

Los pastores, son el símil de la humildad, la sencillez, el servicio, la ayuda y la alegría de los humanos que cuidan con amor a su rebaño.

El ángel es la bondad, el amor y la misericordia.

Por otra, el buey, tiene como misión mantener caliente con su aliento, la cuna de Jesús y es el ejemplo para los hombres para que mantengan en sus hogares un ambiente cálido y amoroso. El burro representa al animal más humilde de la creación y las ovejas son la obediencia y docilidad, e inspiración de confianza.

El musgo es la hierba que deja pisarse por todos los pies sin importar clase o posición social y la estrella es la renovación, representa la luz inagotable y  refrescante que disipa las tinieblas para dar esperanza.


Nacimientos de la región cultural Huanca, sierra central del Perú

El nacimiento, en México, se modifica hasta ser una mezcla de estilos y motivos en los que aparece el portal rodeado de magueyes, guajolotes, pastores y tipos populares, pero sin perder su significado original. Otra expresión, es la presencia de llamas en los nacimientos peruanos, como otro ejemplo de las reelaboraciones que se realizan en las diferentes zonas de América.

Los nacimientos, belenes, portales o pasitos, pueden ser de cualquier tamaño y de diferentes materiales, pasando por las miniaturas, los que se colocan sobre una mesa, o los que llegan a ocupar espacios considerables y elaborados con diferentes materiales.


Nacimiento miniatura, Chigmecatitlán, Pue.

Como en otro tipo de artesanías, pueden ser muy elaborados o sencillos. Los primeros pueden ser de maderas estofadas y policromadas, de cera o de porcelana.
Se elaboran en diversos lugares del país y pueden ser de cerámica, como los de Tonalá y San Pedro Tlaquepaque en Jalisco, de barro de San Bartolo Coyotepec y de Atzompa, Oaxaca, San Agustín Oapan, Guerrero, de Metepec, Estado de México,  de Ocumicho, Michoacán. De hojalata, como los de la ciudad de Oaxaca o de San Miguel Allende, Guanajuato. De caracol y concha del Distrito Federal. De madera como los Arrazola, Oaxaca. O de materiales tan sencillos como los de chuspata, panicua o tule de Pátzcuaro y Zintzuntzán, Michoacán, y de Lerma, Estado de México, para citar unos cuantos ejemplos.

Resaltan las miniaturas de palma procedentes de Chigmecatitlán, Puebla, que no alcanzan más allá de 3 cms. de alto y que son un claro ejemplo de la habilidad y creatividad de los artesanos mexicanos en la elaboración de artesanías.

Los invitamos a disfrutar de un  buen descanso, gozar de una buena cena en compañía de los seres queridos, deseándoles lo mejor para los años venideros.


Nacimiento peruano miniatura de la región cultural Huanca